Ciudades

Pensar en cómo sería la ciudad del futuro, una ciudad inteligente, es el reto al que el alumnado de primaria y secundaria de toda España debe responder para participar en el I Concurso Ciudad Inteligente que convoca Fundación Endensa. Más de 25.000 estudiantes tienen la posibilidad de diseñar cómo serán las urbes, que funcionarán de manera inteligente, utilizando soluciones innovadoras para dar un uso más eficiente a la energía que se consume.

El proyecto de smart city de la capital andaluza se llama ‘Sevilla Smart Accesibility, Tourist and Events’, tiene un presupuesto de casi un millón de euros y, según el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, se implantará antes del próximo verano.

Encontrar soluciones a los desafíos a los que se enfrentan las ciudades con motivo del crecimiento exponencial de la población urbana es el fin del concurso ‘Cities for our Future‘, que busca jóvenes talentos que aporten nuevas ideas y contribuyan a poner freno a algunos de los problemas más acuciantes de las urbes.

En Sevilla, las personas ciegas disponen de un sistema de semáforos adaptados a sus necesidades que se activan a demanda del usuario utilizando un mando a distancia o mediante el sistema Bluetooth del teléfono móvil, de forma que el semáforo detecta la aproximación de la persona ciega y se activa automáticamente su función acústica.

Cualquier habitante de la Comunidad Valenciana que tenga la posibilidad de acceder a Internet puede decir cómo quiere que sea su ciudad a través del portal Think Smart City, la primera comunidad online, abierta a cualquier entidad pública, privada, asociación o institución con capacidad en el sector de las smart cities en la que los ciudadanos tienen voz para codiseñar la ciudad que desean.

Granada y Algeciras (Cádiz) formarán parte, junto a otras trece ciudades europeas, del proyecto Ciudades Digitales por el Cambio tras obtener muy altas puntuaciones en el proceso de selección en primera ronda de nueve ciudades, de entre las 60 que presentaron sus candidaturas a este programa de la Unión Europea. Aún queda otra oportunidad para la selección de otras seis más.

17 ciudades españolas pueden beneficiarse de una de las seis actuaciones piloto de edificios inteligentes, en el marco del Plan Nacional de Territorios Inteligentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. El programa cuenta con un presupuesto máximo de 30 millones de euros y está destinado a municipios de más de 200.000 habitantes de cinco comunidades autónomas.

La Diputación de Badajoz tiene previsto instalar electrolineras a menos de 35 kilómetros de cualquier punto de la provincia según anunció el presidente de la institución, Miguel Ángel Gallardo, en la inauguración del ‘III Foro small Smart Cities’.

El Ayuntamiento de Castellón ha presentado su estrategia de ciudad inteligente con los objetivos de integrar la ciudad en la política de cohesión del territorio, alinear el modelo y gestión de ciudad con las metas marcadas por la Estrategia Europa 2020, optimizar y gestionar adecuadamente los recursos y responder a los retos sociales desde el marco de la innovación.

Dentro del modelo de smart city, uno de los componentes “habituales” es el centro de control. Puede tener diferentes nombres dependiendo de en qué empresa o ciudad se ubique, pero en todos los casos se trata de un espacio físico o virtual en el que se centraliza el seguimiento y análisis de los sistemas de control implementados en la estrategia de ciudad inteligente concreta donde se implante. 

La gran transformación digital que han experimentado las grandes urbes de la Comunidad de Madrid les ha permitido poner en marcha servicios públicos que han mejorado considerablemente la vida de sus habitantes. Mientras, el mundo rural madrileño sigue luchando para que la banda ancha de 30 Mb, la cobertura móvil y/o la TDT lleguen a todos los rincones de su territorio. 

La ciudad inteligente es un modelo al que se ha recurrido de un modo generalizado en la última década a modo de cajón de sastre para meter en él infinidad de soluciones, tecnologías y servicios sin un criterio ni un orden demasiado elaborados.