Las ciudades que cumplen con los requisitos del programa son: Córdoba, Granada, Jerez de la Frontera, Málaga y Sevilla (Andalucía); Badalona, Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Sabadell y Terrassa (Cataluña); Alicante, Elche y Valencia (Comunidad Valenciana); A Coruña y Vigo (Galicia), y Madrid y Móstoles (Comunidad de Madrid).
Se pueden presentar las solicitudes hasta el 29 de junio de 2018 y para poder recibir las ayudas tienen que poner a disposición de cada actuación piloto al menos 150 edificios, en los que se instalarán nodos de tecnología IoT.
El programa, que ejecuta Red.es y será cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y los ayuntamientos beneficiarios, tiene un presupuesto máximo de 30 millones de euros. Hasta 19,5 millones los aportará por Red.es y el resto los municipios beneficiarios.
Edificios como objetos internos de la Ciudad Inteligente
Esta iniciativa centra su objetivo en el desarrollo de actuaciones dirigidas al tratamiento de los edificios como objetos internos de la ciudad inteligente y a su integración en la misma. El presupuesto máximo de cada piloto es de 5 millones de euros, que aportará Red.es en un porcentaje que oscila entre el 50 y el 80%, en función de la comunidad autónoma. El resto, entre el 20 y el 50%, lo aporta el ayuntamiento beneficiario.
Se entienden como objetos internos los aeropuertos, estaciones de ferrocarril y de autobús, puertos, edificios públicos (museos, dependencias municipales, polideportivos, colegios, mercados, entre otros), edificios singulares e históricos, edificios de viviendas, etcétera. En el modelo previsto, los edificios se integran en la ciudad inteligente como un nodo IoT, que aporta toda la información del edificio a una plataforma de ciudad inteligente.
De esta forma, los inmuebles aportarán a la plataforma de ciudad inteligente datos sobre los niveles de contaminación atmosférica a diferentes alturas, acústica o del agua; información meteorológica como velocidad del viento, temperatura, humedad o pluviometría; información de consumos de servicios como energía eléctrica, agua, gas o gasoil; información de la energía producida o las capacidades de almacenamiento, entre otros.